Por: Andrea Raitelli
Años tuvieron que pasar para que el cine argentino vuelva a presentar una historia para el corazón bien contada y trabajada.
En el 2013 Marcos Carnevale, director de “Corazón de León”, logró realizar esta producción con y para el espíritu, una cinta que llega al corazón de los espectadores obligándolos a cuestionarse y a reflexionar.
Si bien este filme está calificado como una comedia romántica, la historia narrada presenta un trasfondo social y humanitario bastante interesante. Guionada por el propio Carnevale, quien trabajó en la idea junto con Betiana Blum, la película invita al público a ver cómo los prejuicios, la hipocresía y el ideal de belleza preestablecidos por la sociedad, juegan un papel fundamental en la vida y en la toma de decisiones de los personajes.
Con las actuaciones de los argentinos Guillermo Francella (León) y Julieta Díaz (Ivana), quienes logran llevar a cabo una excelente y enriquecedora caracterización de sus personajes, «Corazón de León» presenta, satisfactoriamente, una trama divertida y emocionante durante los 110 minutos de su duración.
Cabe destacar, además, que para este filme se contó con la cuidada dirección fotográfica a cargo de Horacio Maira y con la musicalización de Emilio Kauderer, quienes con su trabajo lograron crear el ambiente y contexto perfecto para cada una de las escenas de este trabajo argentino.
«Corazón de León» es una película que tiene que ser vista; es ese cine argentino que llevaba mucho tiempo en el olvido; una historia que va directo al corazón con un único objetivo: despertar a más “leones” en un mundo en el que las apariencias y la hipocresía predominan.