Por: CineMusicMéxico
Entrevista: Andrea Raitelli
Fotos: Andrea Raitelli
Agradecimiento especial: Hotel Bicentenario, Tucumán
“Llevo treinta años trabajando en este medio. Todo lo que hago, desde la mañana hasta la noche es dedicado pura y exclusivamente al arte. Cuando se hace algo que uno ama no se lo puede dejar”, confiesa Jaime Mamaní, director y actor Argentino en entrevista exclusiva con CineMusicMéxico.
Los primeros pasos de Jaime en el ambiente artístico se dieron en el mundo del teatro y en el de la televisión. Pero, años después, su amor por la actuación y, por el arte en general, lo llevaron a involucrarse también, con gran éxito y reconocimiento, en el mundo del séptimo arte.
“Comencé en televisión en una producción de Tucumán, en canal 8. Se lo había contratado a Dario Vitori, un gran actor de Buenos Aires y muy conocido en la época de los setenta y ochenta en Argentina. En esa oportunidad hice el papel de uno de los hijos de él. Esta fue una gran experiencia para mí porque en esos tiempos no había grandes oportunidades en Tucumán y menos con una gran figura a nivel nacional como Vitori”, recuerda Jaime.
Tras su debut en la pantalla local, el actor asistió, sin grandes expectativas, a un casting para una producción de Buenos Aires: “Primicias”, un proyecto producido por Polka y en el que tenían como protagonista a la reconocida actriz argentina Araceli Gónzalez.
“Estaba de vacaciones en Buenos Aires y viendo el diario encontré un anuncio en el que pedían extras para una producción. Decidí asistir al casting y quedé seleccionado. En esta ocasión estuvimos todo el día filmando la escena en Ezeiza. Durante esta participación me divertí y aprendí muchísimo ya que éstos eran mis primeros pasos en lo que es el medio audiovisual”, cuenta.
Años después el actor tendría una nueva oportunidad de hacer televisión en Tucumán bajo la dirección de Víctor Hugo Cortés. En esta ocasión el actor trabajó en una miniserie llamada “Tucumanos”, la cual tuvo una duración de ocho capítulos transmitidos por canal 10. Con este trabajo Jaime hizo una pausa en el mundo de la televisión para dedicarse al cine.
El cine y un aprendizaje constante
Semanas atrás el canal History Chanel estrenó “Embajadores de la Mafia”, una producción que se rodó en Tucumán y en la que el actor, después de realizar un casting, quedó seleccionado para ser parte del elenco.
“Fue un muy lindo trabajo. Ellos necesitaban filmar la etapa inicial del proyecto: el ingreso de mexicanos e italianos a la mafia de Estados Unidos. Entonces vinieron aquí (Tucumán) a buscar, más que nada, extras porque ellos ya tenían seleccionados algunos actores de Buenos Aires. Pero durante el casting en la provincia se encontraron con un buen material y mucho talento local, lo que los llevó a dejar de lado algunos actores de Buenos Aires para quedarse con los de aquí”, revela.

En esta historia el actor fue el encargado de interpretar a Miguel Alemán Valdés, presidente de México durante los años 1946 – 1952. “Cuando vi la foto de él me di cuenta de que teníamos un gran parecido físico”, expresa el artista tucumano entre risas.
Jaime fue parte de 6 largometrajes a nivel nacional entre los que se destacan: El Piano Mudo, Belgrano, El mejor de nosotros, Las puertas del cielo y El fin de la espera, siendo esta última una de las producciones más importantes y especiales para él.
“En ‘El fin de la espera’ trabajé con Ulises Dumont. Este papel fue el más lindo que me ha tocado hacer hasta ahora. La película se filmó en Santa María de Catamarca y me tocó hacer una escena con Dumont que fue muy linda. Mi papel era el de un abogado de una fundación que quería cerrar esta institución y el personaje de Ulises se oponía a ese cierre. La experiencia de haber trabajado con él ha sido muy linda, muy buena. Se aprende siempre y en este proyecto yo aprendí mucho”, afirma.
“Uno debe probar hacer de todo porque así se aprende”
El actor sostiene que uno debe probar hacer de todo ya que, para él, ese es el camino del aprendizaje. Y es que tal parece que para Jaime no hay límites ni barreras cuando se trata de arte. El también director creó tres cortometrajes, logrando una serie de reconocimientos con algunas de estas producciones.
“Comencé a hacer cortometrajes desde el 2010 más o menos. Me animé cuando vinieron desde Córdoba (ciudad Argentina) con ‘Cortogenia o Cortos de Genio’,una manera de hacer cine a la que ellos llaman ‘Cine de Vecinos’. Este sistema se llevaba a cabo de la siguiente manera: ellos venían y te capacitaban durante un tiempo, te daban las ideas básicas de cómo escribir un guión completo y luego te asignaban un día para filmar y otro más para editar. En ese entonces se trabajaba con centros vecinales y con algunos colegios. Ese año yo trabajé con la escuela Sarmiento y creamos el cortometraje llamado ‘Creía que mi padre era Dios’. Esta producción me hizo ganar como mejor actor en el Festival de Cortometrajes de Tucumán y, además, el corto ganó mejor guión y mejor dirección”, cuenta orgulloso Jaime quien además de actuar fue el encargado de dirigir el proyecto.
“Los latinoamericanos somos mucha pasión”
No podíamos dejar de preguntarle al actor y director acerca de la realidad que está viviendo el cine latinoamericano. Convencido de que en los últimos años, tanto las producciones como el número de espectadores del cine latino han crecido exponencialmente, el tucumano considera que México, Brasil y Argentina son los países que mayor mercado tienen en la actualidad.
“En Latinoamérica tenemos muy buenas actuaciones y hay mucho talento. Aquí se pueden ver muy buenas historias contadas, filmadas y con una muy buena fotografía con pequeños presupuestos. Se ven producciones muy interesantes. Uno de los cines que más me gustan es el que hacen en Brasil. Tiene mucho cuidado en lo que es la ambientación, en lo que son los vestuarios y los trabajos de época que realizan. Ellos cuidan mucho todo eso y son producciones muy grandes. También veo cine de México y me gusta”, declara Jaime.
Sin duda se puede hablar de una evolución en cuanto a las historias y producciones latinoamericanas. Muchos especialistas coinciden en que el cine en Latinoamérica, en sus principios, se trató de un cine de protesta social, un arte al que se recurrió para manifestar los diferentes desacuerdos con momentos y situaciones que se vivían en la época. Ante ésto el artista reflexiona.
“El cine latinoamericano si pudo haber surgido como un cine de protesta social pero llegó un tiempo en el que se buscó mostrar historias diferentes. Pero en los últimos tiempos los guionistas y productores, sobre todo, comenzaron a fijarse en otras cosas, en otras historias que puedan llegar más al corazón. El latinoamericano es mucha pasión entonces, muchas veces, las historias están basadas justamente en esas pasiones nuestras, que son las que nos mueven y nos hacen ser quienes somos”, concluye
Mamaní actualmente está presentando “Convivencia” en el Círculo de la Prensa de la ciudad de Tucumán, una obra de teatro dirigida y protagonizada por él. Como proyectos a futuro el actor tiene en mente preparar una película y una miniserie para televisión, proyectos que espera poder presentar el próximo año.