EN PALABRAS DE LA DIRECTORA
Filmada en siete ciudades diferentes de México, desde la Ciudad de México a Tijuana, Canción de Invierno fue hecha por un pequeño crew de jóvenes estudiantes en sus veintitantos en la búsqueda de una nueva manera de filmar. Explorando la mezcla entre documental y ficción, quería mostrar una nueva visión sobre el amor, la sexualidad y la feminidad.
De alguna manera hice la película que me hubiera gustado ver de adolescente, con un personaje femenino más complejo, cuyo destino final no es ser el objeto del deseo masculino sino es determinado por sí misma. El dolor de un corazón roto es una experiencia universal y a la vez extremadamente íntima. Bajo esta premisa, quería invitar a nuevas generaciones a vivir este duelo como un proceso de sanación y de búsqueda interna, de deconstrucción y aventura fuera de los estereotipos patriarcales que normalmente vemos en los medios de comunicación.
|