Por: Andrea Raitelli
Una cinta que retrata el mundo actual, una película sencilla y profunda, es la que los hermanos Dardenne traen al mundo del séptimo arte.
‘Deux jours, une nuit’, título original del filme, narra la historia de Sandra (Marion Cotillard), una joven esposa y madre, que trabaja en una pequeña fábrica de paneles solares. Tras sufrir una crisis nerviosa Sandra se verá obligada a retirarse por un tiempo de su trabajo. Al retomar sus actividades, ella se encontrará con una situación diferente, misma que la llevará a luchar para conservar su empleo, su bienestar mental y emocional y, sobre todo, su vida familiar.
Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne con una narrativa lineal y sin grandes sorpresas en el montaje, dan muestra de una creación audiovisual exquisita.
‘Dos días, una noche‘ es una crítica reflexiva acerca de un mundo sumido en una crisis profunda, en una crisis que no pasa sólo por lo económico y político, sino por algo más complejo: una crisis de valores, una crisis humana. Los hermanos exhiben, en varias escenas, la figura del hombre individualista, poco solidario muchas veces, y generoso en otras tantas.
Para esta producción los cineastas belgas eligieron, de manera acertada y para deleite del público, a Marion Cotillard como protagonista de la historia. Humana, fresca y con el carisma que siempre la caracteriza, la francesa se pone en la piel de Sandra para mostrar el drama de una mujer golpeada pero con una gran vitalidad que la hará seguir adelante.
Sandra es el retrato de esa mujer moderna, la que lucha día a día para conservar su puesto de trabajo sin dejar de ser ama de casa, madre y esposa. Cotillard, nominada al Oscar a Mejor Actriz por su excelente interpretación en este drama, logra traspasar la pantalla para tomar de la mano al espectador e involucrarlo con la vida de su personaje.
Un gran mensaje de amor, compañerismo e incondicionalidad es el que se destaca con la figura de Manu, esposo de Sandra, interpretado por Fabrizio Rongione. Su amor y solidaridad serán los pilares fundamentales para que ella no desista y continúe luchando por sus convicciones.
Profunda, brillante y emotiva, ‘Dos días, una noche’ te llevará por un viaje de 48 horas, del que no podrás desprenderte fácilmente.
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