Fuente: Notimex
Gijón 23 Nov (Notimex).- Con el objetivo de documentar la vida, el director filipino Brillante Mendoza presentó hoy en Gijón, norte español, su película “Taklub”, una cinta que expone la devastación que causó en Filipinas el tifón Yolanda en noviembre de 2013.
“Taklub”, filme con el que Mendoza compite en la 53 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón, introduce al espectador en el ojo de la ruina física y emocional que el ciclón dejó al disiparse.
El filipino emocionó el año pasado con el cine valiente y honesto que el Festival Internacional mostró en la retrospectiva que le dedicó, y ahora lleva al espectador como lo hace desde hace diez años: sin artificios y bajo su premisa de documentar la vida.
“Taklub” surgió meses después que el tifón golpeó la costa filipina, el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales encargó a Mendoza un documental sobre el cambio climático, pero él explicó que transformó la petición en una ficción porque “el documental no tiene mucha audiencia en Filipinas y creo que el público puede entender mejor la idea del cambio climático y lo que había pasado con el tifón”.
Mendoza, con su personal manera de retratar las emociones, sostuvo que para él ser director de cine es igual a ser periodista: “Sólo tienes que contar los hechos para que la audiencia sea quien juzgue”.
Así, dijo, el espectador se encuentra con personas que superan muertes y procuran vidas de distintas maneras. “Cada uno tiene su forma de sobrevivir, de lidiar con las tragedias y esto es lo que he querido mostrar en la película”, explicó.
Mendoza es uno de los máximos exponentes y prolíficos autores del cine asiático actual, con más de una docena de títulos en la década que ha pasado desde su debut con “Foster Child” (2007), “Serbis” (2008), “Lola” (2009), “Kinatay” (2009), “Thy Womb” (2012) y “Captive” (2012).
El realizador, quien tiene como referente cinematográfico a François Truffaut, debutó en la dirección a los 45 años con “Masahista” (2005), cinta con la que ganó el Leopardo de Oro a la mejor película de videoarte en el Festival de Locarno y con ello la plataforma internacional.
Desde entonces ha recibido multitud de premios en festivales tan destacados como Berlín o Venecia y siempre ha contado con el favor de la crítica gracias a temáticas arriesgadas con las que plasma una realidad sin filtros.
En sus películas trata temas como el incesto, la bigamia, la delincuencia o la prostitución, con Filipinas como telón de fondo.
En 2009 obtuvo el premio al mejor director del Festival de Cannes (Francia) por “Kinatay”